miércoles, mayo 04, 2005

La Finitud

Después de brillar, el cuerpo
se opaca. Cae por su peso,
por la ignorancia de no escuchar los reclamos.
El peso del cuerpo, la arena del tentenpié,
inmoviliza la mente.
La mente, vuelve, entra en acción y comprende
que aún hay tiempo, se puede,
descifrar la cifra.

(apuntes para un futuro poema)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pienso igual, ¿le falta algo?... porque me ha encantado.